martes, 20 de julio de 2010

Constructores de sueños





MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ ARIAS
Un 17-18 de julio más, éste ya casi el del 75 aniversario, nos sobrecoge el recuerdo de aquellos días cercanos de 1936. El africanismo fascista de Mola, Franco y los suyos había aprendido las lecciones logísticas de la fallida “Sanjurjada” de agosto del 32...
NUEVATRIBUNA.ES - 19.7.2010

...Aprovechando su regreso al alto mando durante la salvaje represión de Asturias, se habían hecho fuertes en la estructura intermedia del ejército de la República colocando a muchos de los suyos en acuartelamientos y unidades por todo el territorio.

La “confluencia de intereses” estaba bien urdida con terratenientes, Iglesia, y el poder financiero en manos de magnates sin escrúpulos, como Joan March , del que Carner Romeu, Ministro de Finanzas con Azaña, dijo aquello de “o la República acaba con March o March acaba con la República.

El momento internacional no podía ser tampoco más propicio, con Hitler y Mussolini en su apogeo de matones de patio de colegio, deseosos de debilitar a Francia con una pinza fascista a lo largo de toda la frontera sur española.

Y llegó el 17-18 de Julio de 1936. Como en un presagio funesto, omnipresente, angustioso, salido de un verso de García Lorca. El resto, dicen, es historia. Y pesadilla. E impunidad.

En un país tan perdido como sus miles de niños aún desaparecidos, y en el que nuestras instituciones, enfermas de equidistancia entre víctimas y genocidas, continúan atendiendo a “las dos puñeteras verdades” de Santos Juliá; a los “dos demonios” de los equidistantes en Argentina; a cualquier cosa, en realidad, que sirva para equiparar lo inequiparable, para aliviar conciencias, perpetrando la última forma de exterminio de las víctimas: la de su inhumana banalización y sepultura en otra inmensa fosa común de la palabra, indiferenciadamente junto a los monstruos…aquello “fue una guerra”…

La nuestra sigue siendo una memoria castrada, sin otro derecho para las víctimas que no sea el de poner cara beatífica para que algún político sin escrúpulos de este PSOE salga bien en la foto, o les mande cariños…pero es que para esto, y sólo para esto, hicieron esta “memoria”…

Leo a Otero y pienso que sí, que seguimos sin tener ni un pedazo de paz con que aplacarles…¿qué se puede decir un año más ante una y otra inmensidad?

Pero este 17 a 18 de julio me niego seriamente a verme rebasado por el horror ante los genocidas de la sangre, o por el estupor ante los genocidas de la memoria y la oportunidad perdida de un Gobierno que no quiso sacar otra ley muy distinta que, hubiera estado, igualmente, a su alcance como ley ordinaria. No quiero pensar en un Parlamento perdido que no puede ver ni en foto, perdón, ni en vídeo, los reclamos contra la impunidad, pero que sí que puede albergar en la Galería de Presidentes los retratos de los ayudantes criminales de Franco llamados Presidentes de las Cortes Españolas...

No quiero pensar en una Academia de la Lengua Española, vaya, en una Real Academia de la Lengua Española, que practica el pucherazo no vaya a ser que la palabra más querida resulte ser República…ni en la investigación ordenada por Conde-Pumpido, Fiscal General del Esado, por la moción en solidaridad con Garzón y las víctimas del franquismo en el Concello de Ferrol… él que nunca jamás ha impulsado una causa penal contra miembros de los “pelotones de fusilamiento” franquista, ni contra los autores de desapariciones forzadas…ni quiero pensar en la “libertad de expresión” que sí se tiene para gritar ‘viva la monarquía’, pero no que muera – la institución monárquica, no ningún ser humano –…ni para emitir el documental “Monarquía o República”.

Hoy no quiero pensar en los jueces y fiscales que en este mismo día de hoy son capaces de seguir sosteniendo seriamente que los casos de desapariciones forzadas del franquismo ya han prescrito cuando el delito aún se encuentra en abierta consumación, y el plazo de prescripción, por tanto, ni tan siquiera ha empezado a contarse… y eso aunque los crímenes contra la humanidad, de hecho, lo tuviesen.

He dicho que no. En la quietud de este sábado-domingo de julio, entre el sobrecogimiento de una tragedia sin fondo y el de la vergüenza cotidiana, únicamente quiero pensar en todas aquellas vidas arrasadas con todas sus esperanzas y sus anhelos que pudieron haber sido, y en aquella otra sociedad tan distinta de esta nuestra del “cada uno en su casa y Dios en la de todos” largamente entrado con sangre en la caligrafía de nuestra alma…

Hoy únicamente quiero pensar en aquellos constructores de tantos sueños y en su revolución de las escuelas que no pudo ser y que, ni todo el valor, ni el sacrificio del mundo (más todavía) pudo salvaguardar.

Porque todos esos sueños y todo ese valor es lo único que nos queda hoy de aquella otra sociedad y de aquel otro país con el que rompimos hace tiempo todos los puentes, si es que en algún momento intentamos tenderlos de verdad…Y porque no puede haber dolor, cansancio, ni amargura en nuestra tozuda lucha cotidiana por vencer al silencio y al olvido que nos arranque nada de eso, ni a ninguno de ellos, de nuestro corazón: ni tan siquiera un 17-18 de Julio como hoy.

Miguel Ángel Rodríguez Arias es profesor de Derecho Penal Internacional de la Universidad de Castilla-La Mancha, autor del libro "El caso de los niños perdidos del franquismo: crimen contra la humanidad" y otros trabajos pioneros sobre desapariciones forzadas del franquismo que dieron lugar a las actuaciones de la Audiencia Nacional

1 comentario:

Carmela dijo...

Excelente comentario de Miguel Ángel Rodríguez Arias.
Sobrecoge el recuerdo del 18 de julio del 36.
No puedo haber cansancio ni claudicación para dar continuidad a la ruptura del silencio.
Nos queda la Memoria y ...¡ la Palabra!!!!
Frente a los horrores y las injusticias , frente a los genocidas de la sangre y los genocidas de la memoria.
Adhiero!!!