CASPE 1936

Este año se conmemora el 75 aniversario del comienzo de la Guerra Civil. A la hora de hacerlo aquí, en Caspe, podríamos plantear una serie de actos más o menos formales, más o menos Este año se conmemora el 75 aniversario del comienzo de la Guerra Civil. A la hora de hacerlo aquí, en Caspe, podríamos plantear una serie de actos más o menos formales, más o menos institucionales, que se limitaran a recordar aquellos sucesos con mayor o menor profundidad, con mayor o menor grado de polémica. Pero nosotros no nos conformamos con eso. Con el proyecto que aquí presentamos pretendemos dar un paso más allá; poner en relación pasado, presente y futuro. Creemos imprescindible el estudio de capítulos tan significativos de nuestro pasado reciente como forma de entender el hoy y consecuentemente de preparar el mañana. El estudio del pasado no como ejercicio de retórica sino como desafío intelectual y vital. La vista atrás como camino directo a la comprensión crítica de nuestra propia identidad colectiva. En este contexto, no hay polémica en admitir que 1936 ha resultado ser un año clave en la historia de Caspe. Y no sólo en la parte que nos toca como españoles. Caspe padeció los efectos de la contienda, y todo lo que ésta trajo consigo, igual que muchas otras ciudades del país pero, a diferencia de otros muchos lugares, en su territorio tuvieron lugar ciertas experiencias históricas de cuya significación lamentablemente los caspolinos apenas tenemos conciencia. En ese año Caspe se convirtió, quizá de forma no tan involuntaria, en un amplio laboratorio social y político en el que se desarrollaron diversos experimentos cuya trascendencia excede lo meramente local. Hay que estudiar, pues, el 36 desde diversas perspectivas. Todas relacionadas directamente con la historia caspolina y todas generadoras de consecuencias que todavía hoy mantienen parte de su vigencia. Quizás desmenuzando el significado de aquél año podamos entendernos un poco mejor como caspolinos y también como ciudadanos del mundo. Lo que planteamos es no sólo una revisión de los temas más conocidos en torno al primer año del conflicto. Por su dinamismo, la fórmula escogida para desarrollar gran parte de los contenidos es el de la Mesa Redonda. Un conductor introducirá a los distintos ponentes de manera que el desarrollo de las charlas obedezca a un plan prefijado que permita acometer todos los temas evitando en todo momento la disertación de una sola voz en torno a un único aspecto de lo planteado en cada sesión. Contaremos con la presencia de voces autorizadas del mundo universitario, periodístico y literario combinándolas con testimonios de caspolinos cuyo bagaje principal será haber estudiado la historia local o poseer experiencia directa acerca de los hechos comentados. Y, sobre todo, se pretende provocar al público para que participe. Queremos que todo el mundo quiera y pueda hablar.